Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas
Multidisciplinary Journal Investigative Perspectives
Vol. 4(3), 2-11, 2024
Desarrollo de Habilidades Blandas en la Formación Universitaria en la Era Digital
Developing Soft Skills in University Education in the Digital Age
Jorge Loáiciga-Gutiérrez
Carlos Chanto-Espinoza
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“el comportamiento actual se encamina hacia el desarrollo de técnicas que combinen la
motivación, el conocimiento previo y los valores con los cuales cuenta el estudiante” (p. 273).
Una vez terminados los estudios de educación superior cada egresado, se enfrenta a un
ámbito empresarial en la que debe de poner en práctica todos los conocimientos generales y
especializados aprendidos durante toda su carrera universitaria esto implica no solo habilidades
duras o técnicas, sino de habilidades blandas como el trabajo en equipo, el manejo de las
emociones, la comunicación asertiva, el liderazgo, la toma de decisiones la resolución de
conflictos, la creatividad, el pensamiento crítico, el autoaprendizaje entre otros.
En un mundo cada vez más automatizado y tecnológico, las habilidades blandas son cada vez
más valoradas. La tecnología no tiene la capacidad de sustituir el trabajo en equipo, el
liderazgo, la resolución de problemas, la creatividad y la comunicación efectiva. Por lo tanto, la
formación universitaria debe adaptarse para desarrollar estas competencias en los estudiantes,
preparándolos para un mercado laboral en constante evolución. Actualmente, las empresas
buscan integrar a sus equipos a individuos capacitados y expertos en los temas relevantes,
pero también eligen a personas con habilidades que beneficien a la organización y fomenten un
desarrollo tanto laboral como personal.
Las universidades deben adoptar enfoques pedagógicos que fomenten el desarrollo de
habilidades blandas para abordar este problema. Esto puede lograrse a través de métodos
innovadores como proyectos colaborativos, actividades extracurriculares, programas de
mentoría y simulaciones de situaciones reales. Es esencial que los maestros actúen como
facilitadores del aprendizaje, creando un entorno que fomente el desarrollo de estas
habilidades. Utilizar de manera adecuada las TIC beneficiará en la creación de entornos
competentes para ofrecer un servicio de calidad a los estudiantes, contribuyendo al crecimiento
de la Universidad. Es crucial que, en la UNA, Campus Liberia se promueva y mejore las
habilidades blandas de los estudiantes, lo que destacará en el proceso educativo y beneficiará
a la institución al generar reconocimiento entre estudiantes y profesores.
Actualmente, el avance tecnológico representa un desafío significativo para todas las
universidades que operan bajo un modelo tradicional, ya que deben migrar hacia un modelo
virtual. Sin embargo, este proceso de aprendizaje no ha sido sencillo, especialmente en lo que
respecta a la formación de competencias blandas, esenciales en un mercado laboral tan
exigente. Según (Zepeda-Hurtado et al. 2019b), en un contexto globalizado es crucial promover
una formación integral que, adaptada a los perfiles de egreso en ingenierías, fomente
habilidades blandas como la comunicación eficaz, el trabajo en equipo y la creatividad.
Por otro lado, (Canossa-Montes-de-Oca, 2019) destaca que desarrollar habilidades blandas,
incluida la inteligencia emocional, es fundamental para mejorar las oportunidades de empleo y
adaptarse eficazmente; siendo importante adaptar nuestras competencias a la evolución
tecnológica y las demandas del mercado laboral permite prepararse para ocupaciones futuras
aún no definidas. Por lo tanto, según (Araya-Fernández & Garita-González, 2019), comentan
que ajustar continuamente la formación universitaria a las exigencias modernas y al perfil
profesional necesario para enfrentar los retos de la economía digital es imperativo.
Las nuevas generaciones de estudiantes universitarios reconocen la importancia crucial de las
competencias blandas para desenvolverse adecuadamente en el ámbito laboral y social.
(Guerra-Báez, 2019) enfatiza que estas habilidades son fundamentales tanto para la formación
profesional como personal, subrayando la necesidad de una educación superior integral que no
descuide el desarrollo de habilidades blandas. A su vez (Gómez-Gamero, 2019) argumenta que
las instituciones educativas deben colaborar para desarrollar habilidades que preparen a los
futuros trabajadores para manejar situaciones de la vida real y trabajos cada vez más
complejos. Así mismo, (Herrera & Torres, 2020) sostienen que es esencial que las instituciones
educativas promuevan competencias sociales que fortalezcan el liderazgo de los jóvenes y les
permitan aspirar a roles estratégicos en las organizaciones. En este sentido, (Álvarez et al.
2015) proponen estrategias de enseñanza-aprendizaje específicas para el desarrollo de
habilidades blandas y la evaluación de su progreso en los cursos.